domingo, 23 de agosto de 2009

"Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biologica" - S. Allende


Para muchos la mejor etapa de sus vidas, para otros mejor dársela al olvido. La juventud, tan anhelada y preciada como desperdiciada, es que en este periodo ,obligatoria para cualquier ser humano, las cosas brillan más, quizás por las hormonas, quizás por los sueños o tal ves por la exuberancia que produce sentarse sobre las estrellas mas brillantes, mirando el esplendor de un horizonte que se puede pintar con los colores que uno quiera, porque el mañana es una proyección al infinito.

La juventud es, sin duda, un trayecto de confusiones y crecimiento en donde se aprende a vivir, se deja de ser niño para adentrarse en la adultez. Por eso mismo los jóvenes son una fuerza incontenible, desbordante, llena de energía y vigor.

Aunque parezca extraño la noción de la existencia de un periodo intermedio entre el niño y el hombre, la niña y la mujer, es relativamente nueva tanto en el plano psicológico y físico como en lo social y cultural ya que hace menos de 100 años o eras niño o eras adulto.

Desde hace unas cuantas décadas hasta nuestros días la juventud se volvió un elemento social de suma importancia y relevancia, ya sea como una fuerza de cambio, un golpe a lo establecido o la mas vivaz de las representaciones de rebeldía. Además en los jóvenes, la adulta e inmóvil sociedad proyecta todos sus males, toda su decadencia, todos sus vomitos, pero al mismo tiempo la juventud refleja las ansias de insurrección, los deseos de destruir la maquina, como diría Baudelaire las ansias de infinitud.

Desde la revolución de las flores la juventud es quien lleva flameando la bandera de la cultura y el arte, a excepción de la literatura que desde antes tenia a los jóvenes como protagonistas (Rimbaud, Espronceda, de Rokha, Huidobro, Breton, Kerouac y tantos otros), los precocez artistas han decorado el escenario. Tanto en la música (del Rock'n'Roll hacia adelante), el teatro, la pintura, el cine etc.

Con lo relativo el poder las cosas son opuestas, el poder no se hereda ni se regala, se hurta o se usurpa. Y es por esto que las revoluciones son revoluciones juveniles, es también por esto que en los tronos del mundo solo hay señores y señoras con corbata y artritis.

Hoy la juventud, nuestra juventud parece una moneda; por un lado la Revolución Pinguina, donde miles de jóvenes escolares y universitarios practicamente detuvieron al país en pro de una mejora sustancial en la educación, ¿Lo logramos? en la práctica no me atrevería a afirmarlo, pero indudablemente los trancos calaron profundo en nuestro Chile y hoy los presidenciables ya hablan de una mejora en la educación. Cabe preguntarse también, en honor a la verdad, si los pingüinos o por lo menos la mayoría entendía o sabían lo que pedían, discutible pero no cabe duda que todos los jóvenes que salieron a la calle tomaron conciencia y mas importante nos dimos cuenta que es preferible pedir perdón que permiso.

Por la otra cara de la moneda se aprecia esta juventud de plástico, esos jóvenes materialistas y superfluos desligados de cualquier reflexion y entregados al comfort que nos ofrece el sistema. Jóvenes que de jóvenes nada tienen, jóvenes de "Yingo", "El Diario de Eva" que buscan su identidad en banalidades y se agrupan en "tribus" sin ninguna trascendencia mas que la moda estética, entregados por completo al anzuelo que les ofrece el mercado.

Yo, y aquí es donde me situó, me siento desilusionado y mas que nada desentendido con la "juventud" que muestran los medios y la sociedad en general. Al ver que hoy ser joven significa ser un "pokemon" o un "pelolais" o un adolescente que busca en el alcohol olvidar el vació de su existencia, un vació que es la herencia de los jóvenes de ayer, nuestros padres, que perdieron en el pelo en su lucha y se rindieron ante la comodidad del sillón. Jóvenes indiferentes, indolentes con la realidad de su pueblo y de ellos mismos, jóvenes sin infinitos donde sumergirse, jóvenes que de jóvenes nada tienen. Yo prefiero saltar al margen de esa juventud muerta, que nunca vivió para soñar. Se que no soy el único y que como yo muchos otros se embriagan de la voluptuosidad propia de los 17 años, una voluptuosidad profunda como el abismo donde todos nos buscamos a nosotros mismos...

La juventud es un periodo de búsqueda, de descubrimiento, experimentación y de aventura.

"I hope I die before a get old" - The Who



"Algunas veces veo en el cielo playas sin fin cubiertas de blancas naciones alegres. Un gran navío de oro, agita, por encima de mí, sus pabellones multicolores bajo las brisas de la mañana. He creado todas las fiestas, todos los triunfos, todos los dramas. He tratado de inventar nuevas flores, nuevos astros, nuevas carnes, nuevas lenguas. Creí haber adquirido poderes sobrenaturales. ¡Pues bien!, ¡tuve que enterrar mi imaginación y mis recuerdos!" - Arthur Rimbaud

No hay comentarios:

Publicar un comentario