miércoles, 12 de agosto de 2009

Los 60's: "Seamos realistas, pidamos lo imposible" (Revoluciones y Contrarevoluciones)

La historia de la humanidad, olvidada por las masas, ha sido una linea atestada de curvas, borrones y zigzagueos, una linea de longitud cambiante y de dinámico colores, pero recta o uniforme, jamás.

La paradoja del crear y destruir toma especiales dimensiones en la historia del ser humano, en particular en la historia de las sociedades. Roma tardo siglos en construirse y en un abrir y cerrar de ojos el fuego de los Hunos consumía el mármol de la mayor de las urbe, lo mismo paso con la democracia ateniense, con la torre de Babel, con el mapa del mundo y el World Trade Center. Crear y construir tarda años, décadas, siglos incluso milenos, pero destruir, destruir y cambiar toma un segundo, un parpadeo fugaz y repentino.

Son pocas las épocas en las cuales el presente se vuelve pasado y el futuro se torna presente, estas épocas son singulares por quebrar conceptos, desechar paradigmas, desgarrar modelos, destruir reglas y derrumbar, sobre todo derrumbar estructuras. Estas épocas son sinónimo de una sola palabra: REVOLUCIÓN.

Si de algo no fueron capaces las dos Guerras Mundiales, fue de bombardear los preceptos sociales, culturales y morales que regían al mundo. El mundo literalmente fue dado vuelta en 10 años, los 60´s fueron una década atiborrada con sueños, utopías e ideales que en nuestro país detonaron como una hecatombe de proporciones inimaginables.

Desde los 50's en todo el mundo se oían gritos de revolución: Cuba, China, el Congo, Vietnam, pero sin duda en los 60´s la ebullición fue máxima. La juventud, la mas joven juventud (joven por impetuosa, idealista, soñadora etc.) de la humanidad fue la encargada de forjar los cambios.

En Chile para muchos los horizontes no parecían tan lejanos, los sueños no eran tan sueños y las utopías no eran imposibles. Violeta Parra, Víctor Jara, Salvador Allende, Miguel Henriquez, Eduardo Frei Montalva y tantos otros daban los primeros pasos que luego seria el fervor popular de marchar, protestas, reformas, revoluciones, tomas que pedían un mejor futuro, que caminaban por un "ancho camino" donde naciera un "nuevo destino" como dijo Víctor.

Para un joven actual observar el clamor, el inconformismo y el idealismo de antaño es un ejemplo de liberación, un ejemplo de que si es posible cambiar el mundo. La Nueva Canción reflejaba las problematicas sociales y cambiaba el panorama musical con charangos y quenas, los movimientos estudiantiles de jovenes "revolucionaurios" pedian reformas y desafiaban a las rígidas instituciones, los movimientos sociales hacian temblar el suelo con marchas de multitudes descalzas, los movimientos políticos concretizaban con ideologias radicales los cambios en la sociedad. Florecia la luz de un rojo amanecer...

El contexto de este periodo solo puede clasificarse de inestable, la inestabilidad es lo que permite cuestionar, reflexionar y pensar que el presente puede ser mejor. No hay que olvidar que el clima de esta decada era un clima sumamente volatil, el suelo tambaleaba constantemente y el mañana era siempre incierto.

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